viernes, 31 de diciembre de 2010

Antal Dorati


Seguimos con el serial dedicado a los grandes directores húngaros del siglo XX. Es el turno de Antal Dorati. Al igual que Solti, tuvo una magnifica formación estudiando también  en la Academia Ferenc Liszt: sus profesores de composición fueron Zoltan Kodaly y Bartok. Debutó como director en 1924 con la orquesta de la Ópera de Budapest. En 1928 y 1929 estuvo en la ópera de Dresden colaborando con Fritz Busch de 1929 a 1932 en Münster. Posteriormente fue director artístico en Dallas (hasta 1949) y Minneapolis (hasta 1960), Orquestas filarmónicas de la BBC, Estocolmo, Israel, Washington, etc. Poseia una gran expresión lo que le hacía destacar  en  el repertorio tardío Romántico, así como el de compositores contemporáneos, de los cuales durante la última etapa de su vida, fue un permanente difusor, particularmente de obras de Igor Stravinsky, Karol Szymanovsky y Ferde Grofe. Con especial esmero guardo una grabación suya del 37 de Sherezade de Korsakov, aunque ciertamente la calidad de la orquesta no es comparable a las actuales, y el sonido es el propio de la época, su manera de ejecutar la obra es maravillosa. También se le recuerda una memorable grabación de Carmina Burana de Carl Orff con la Filarmónica de Londres al lado de Norma Burrows, Louis Devos y John Shirley Quirk. Otro de mis discos favoritos de Dorati es el doble CD de obras de Kodaly para Decca. Su "Pájaro de fuego" en Mercury también es referencial.  A pesar de que él fue un director especialmente de música sinfónica, no hay que olvidarse sus interpretaciones de música de ballet. Fue el primero que registró en versiones completas los tres ballets de Tschaikovsky, así como también Coppelia de Delibes con la Sinfónica  de Minneapolis para Mercury. En cambio poco dirigió en ópera, pero es digno de recordarlo en la grabación que realizó del "Buque Fantasma" de Wagner.

Poner compuertas al rio

El otro día, leyendo varios artículos de opinión sobre el fracaso de la Ley Sinde, encontré uno en El País en el que decía que no se pueden poner puertas al campo. Tranquilos, no pretendo escribir un artículo a favor o en contra de dicha Ley, dicho sea de paso sería muy difícil posicionarme a favor o en contra; solo quiero reflexionar sobre la frase poner puertas al campo. Bien, pues esta frase viene recogida por la Real Academia Española como la imposibilidad de poner límites a los que no los admite. Si nos centramos en el sustantivo campo, lo usamos porque nos aporta semánticamente el concepto de algo infinito. Pues bien quizá, para este articulo en concreto necesitáramos un concepto referente a la fluidez, a la línea temporal que avanza sin detenerse, esa línea que según la concepción cristiana seria finita y avanzaría desde el Paraíso a el Juicio Final. Recuerdo que una poesía de Jorge Manrique decía “nuestras vidas son los ríos que van a dar al mar que es el morir”. Aprovechándome del gran poeta castellano, quizá si aplicáramos el sustantivo rio otorgaríamos a la frase esa sensación de fluidez (por supuesto que tendríamos que cambiar puertas por compuertas). Y ya de paso que he enfatizado tanto en la fluidez y en el devenir, apuntaría diversas ideas para enriquecer el debate e intentar ayudar a la gente a construir su propia opinión sobre el tema. Hay tres ideas básicas en la construcción del pensamiento Oriental(a grandes rasgos), la primera es que la realidad es cambio, la segunda que el Universo es armonía y la tercera es que el hombre es capaz de transformarse. Estas ideas recogidas en el Taoísmo de Lao-tse, o en el magnífico Libro de las Mutaciones de Chuang-tzu dan visiones del mundo basadas en la esencia fluida de lo real. En Occidente esto vino recogido en algunas ideas de Heráclito, según el cual todo fundamento está basado en el cambio incesante. Sin embargo, la base posterior de la filosofía Occidental se baso en la esencia inmutable de Parmenides, su coetáneo. De ahí saldría la doctrina Platónica y la Metafísica Aristotélica. Tan solo Hegel con su dialéctica recogió la filosofía china del cambio, del ying yang, con su tesis y antítesis.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Aitana

Escuchaba una entrevista de Francino a Punset en la que Eduard explicaba que en el momento tengamos contacto extraterrestre podremos saber lo que somos como especie. Pues bien hoy he visto una foto de mi hija con sus compañeros del cole, y por primera vez he visto a mi hija como algo singular, como algo independiente de mí. Si os fijáis en la frase anterior no digo Aitana, sino que escribo Mi Hija para denotar todavía mi posesión. Hasta ahora la había visto como algo mío, o como algo mío y de mi mujer, de mi familia,… pero aun me faltaba verla como ser independiente, y la tenía delante de mis narices, como diría aquel. En Psicología hay una escuela surgida en Alemania a principios de siglo XX, la Escuela de la Gestalt, donde la relación entre figura y fondo, entre lo que se percibe y no, es decir lo que el “yo” se da cuenta frente a lo que no forma parte de su conciencia es fluido e interrelacionado. Es decir no hay una fractura entre la conciencia y el inconsciente. Posiblemente yo si tenía esa fractura, yo aun no había visto la diferencia de la figura contra el fondo, o a lo mejor conscientemente no quería diferenciarlo. Pues bien, ahora que la diferencio como parte, voy a seguir viendo a mi hija y a mi familia como un todo, acordándome del Pensamiento holístico que es una de las bases de la Gestalt: todo es más que la suma de las partes.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Feliz Navidad (2º parte)

Continuamos citando pasajes de la Biblia para entender mejor esos valores morales cristianos y a las personas que los defienden:

En el Libro de Números, en el capítulo veinticinco, muchos de los israelitas fueron seducidos por mujeres moabitas para que le hiciesen sacrificios a Baal. Dios reaccionó con su característica furia. Él le ordenó a Moisés: “Toma a todos los príncipes del pueblo y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel” Uno no puede evitar; una vez más, maravillarse ante el draconiano punto de vista del pecado de coquetear con dioses rivales. Para nuestro sentido moderno de los valores y de la justicia, parece un pecado insignificante comparado con digamos, ofrecer a vuestra hija para una violación en grupo. Es aún otro ejemplo de la desconexión entre la moralidad de las escrituras y la moralidad moderna (uno se siente tentado a decir civilizada)

La limpieza étnica iniciada en tiempos de Moisés es llevada a una fructificación sangrienta en el Libro de Josué, un texto asombroso por las sangrientas masacres que registra y el disfrute xenofóbico con el cual lo hace. Cómo lo hace triunfantemente la simpática y vieja canción, “Josué ajustó la batalla de Jericó, y las paredes se desplomaron...No existe nadie como el bien conocido Josué, en la batalla de Jericó” El bueno de Josué no descansó hasta que “destruyeron al filo de espada todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas y los asnos” (Josué 6:21).

“Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejaréis con vida, sino que destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado” (Deuteronomio 20:16-17). ¿Esas personas que mantienen a la Biblia como una inspiración de rectitud moral tienen la más ligera noción de lo que realmente está escrito en ella?.

Las siguientes ofensas ameritan la pena de muerte; conforme al capítulo veinte del Levítico: conjurar a tus padres; cometer adulterio, hacerle el amor a tu madrastra o a tu nuera; la homosexualidad; casarse con una mujer y su hija; la bestialidad (y; para añadir insulto a la injuria, la desafortunada bestia debe ser muerta también).

En el capítulo quince de Números, los hijos de Israel hallaron a un hombre en el monte recogiendo ramitas en el día prohibido. Ellos lo arrestaron y después le preguntaron a Dios qué hacer con él. Resultó ser que Dios no estaba dispuesto a tomar medias medidas ese día: “Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés” (Números 15:35-36)

lunes, 20 de diciembre de 2010

Feliz Navidad




Se acerca la Navidad y como homenaje a todos los cristianos me gustaría impregnar este blog de moralidad cristiana citando algunos pasajes de su libro sagrado la Biblia. Por cierto parte de estos pasajes están recogidos en un libro que os recomiendo El espejismo de Dios de Richard Dawkins. En los próximos días iré dejando mas fragmentos, tanto del Tanaj como del Nuevo Testamento. El primero es el famoso relato del Genesis sobre Sodoma y Gomorra y es el siguiente:
Lot le ofreció hospitalidad a los ángeles en su hogar; alrededor del cual todos los hombres de Sodoma se reunieron y le demandaron a Lot que entregase a los ángeles para que ellos pudiesen (¿qué más?) sodomizarlos: “¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos” (Génesis 19:5). La gallardía de Lot al rehusarse a las demandas sugiere que Dios estaba tramando algo cuando lo escogió a él como el único hombre bueno en Sodoma. Pero el halo de Lot es empañado por los términos de su negativa: “Os ruego hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente, que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.” (Génesis 19:7-8)

Las dos hijas de Lot hacen una breve reaparición en el relato. Después que su madre es convertida en una columna de sal, ellas vivieron con su padre en una cueva en lo alto de una montaña. Hambrientas de compañía masculina, ellas decidieron emborrachar a su padre y copular con él. Lot no se dio cuenta cuando su hija mayor llegó a su lecho, ni cuando ella partió, pero él no estaba lo suficientemente borracho como para no embarazarla. La noche siguiente, las dos hijas acordaron que era el turno de la más joven. De nuevo, Lot estaba demasiado ebrio para darse cuenta, pero también la embarazó. (Génesis: 19:31-36). Si esta familia descarriada era la mejor que Sodoma tenía para ofrecer como ejemplo de moralidad, algunos pueden comenzar a sentir cierta simpatía por Dios y su azufre justiciero.
Existe un escalofriante eco del relato de Lot y los sodomitas en el capítulo diecinueve del Libro de los Jueces; donde un Levita (sacerdote) no identificado,estaba viajando con su concubina en Gibea. Ellos pasan la noche en la casa de un hospitalario anciano. Mientras ellos estaban comiendo su cena, los hombres de la ciudad llegan y golpean a la puerta; demandándole al anciano que entregue a su invitado masculino “para que ellos puedan conocerlo”. En casi exactamente las mismas palabras de Lot, el anciano dijo: “No, hermanos míos, os ruego que no cometáis este mal; ya que este hombre ha entrado en mi casa, no hagáis esta maldad. He aquí mi hija virgen, y la concubina de él; yo os las sacaré ahora; humilladlas y haced con ellas como os parezca, y no hagáis a este hombre cosa tan infame” (Jueces 19:23-24). De nuevo, el carácter fundamentalmente misógino de esta cultura aparece, fuerte y claro. Yo encuentro la frase: “humilladlas”, particularmente escalofriante. Disfruten humillando y violando a mi hija y a la concubina del sacerdote, pero muestren el  debido respeto por mi invitado quien es; antes que nada, macho. A pesar de la similaridad de los dos relatos el dénouement [Francés: desenlace] fue menos feliz para la concubina del Levita que para las dos hijas de Lot. El Levita la entregó a la turba, la que la violó en grupo toda la noche: “Por lo que tomando aquél hombre a su concubina, la sacó; y entraron en ella, y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana, y la dejaron cuando apuntaba el alba. Y cuando ya amanecía, vino la mujer, y cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fue de día”. (Jueces19:25-26). En la mañana, el Levita halló a su concubina yaciendo postrada en la entrada y dijo —en una forma que nosotros hoy podríamos ver como una abrupta insensibilidad — “Levántate, y vámonos”. Pero ella no se movió. Estaba muerta. Así que él “Tomó un cuchillo y echó mano de su concubina, y la partió por sus huesos en doce partes, y la envió por todo el territorio de Israel”. Sí, usted leyó correctamente. Vea Jueces 19:29.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Georg Solti


Para continuar con el serial de grandes directores húngaros del siglo XX, Georg Solti. Quizá el más popular, el más mediático y posiblemente el mejor de todos ellos. Nacido en Budapest unos años previos a la Gran Guerra Europea, estudia en la Academia Franz Liszt composición y piano, nada más y nada menos que con von Dohnanyi, Kodaly y Bartok. Desarrolla carrera como concertista de  piano desde los doce años, pero pronto tendrá contacto con la dirección y con la Opera, porque Solti es ante todo un Director de Opera. Empezó como su carrera de Director en la Opera de Budapest, aunque hasta después de la 2º Guerra Mundial no lanzará su carrera definitivamente. Antes, en el 36 es nombrado asistente de Toscanini en el Festival de Salszburgo, hecho que según el propio Solti marcará su carrera como Conductor. A principio de los 50 todo va gran velocidad para Solti, Opera de Munich, titular en el Festival de Salszburgo y el Covent Garden donde alcanzará su cenit y la fama mundial. Recomendar en Opera sus Bodas de Fígaro para Decca, su Don Carlo con un Ghiaurov esplendoroso, su Ballo in Maschera con el Gustavo III por antonomasia, Carlo Bergonzi, y su Anillo Wagneriano con los Wiener Philarmoniker (1º grabación estéro de la tetralogía) acompañada de polémica ya que fue gracias a Furtwangler que pudo levantarle esta grabación a Karajan.Impresionante carrera también como director sinfónico con la Filarmónica londinense pero sobre todo como titular de Chicago. Mítica la integral de las sinfonías de Mahler de los 70, su Concierto para orquesta de su porfesor Bartok, y sus sinfonías de Bruckner. Por cierto no perderos sus 4 últimos lieders de Mahler con Kiri te Kanawa, su soprano favorita.

viernes, 17 de diciembre de 2010

La mirada roja



Este oleo sobre cartón es obra de Arnold Schonberg. Si, habéis leído bien Schonberg, el compositor nacido en Viena. En la última entrada sobre pintura hablaba de la relación de amistad de Schonberg y Kandinsky, y de sus coincidencias en la manera de entender el arte. Pues bien, Schonberg empezó a pintar en 1907 con intenciones de alcanzar notoriedad en este oficio, llegando a intervenir en los primeros momentos de la asociación El jinete azul de la que su amigo Kandinsky escribió el manifiesto fundacional. Pero sin duda tuvo un influjo más importante su Tratado de armonía de 1911 sobre Der Blaue Reiter que su pintura, ya que aunque las palabras generosas que siempre tuvo Kandinsky hacia Arnold, otros compañeros como Franz Marc tuvieron juicios bastante más críticos. Si observamos el cuadro, el rostro humano se desfigura, y los ojos miran directamente al espectador buscando en el interior un alma que comprenda el sufrimiento humano. En cierta manera recuerda mucho a Munch y el rostro de El grito. Puede que en el color empleado podamos encontrar ciertas reminiscencias fauvistas, en incluso algún recuerdo a Delaunay, pero para mi esta cara, insisto, tiene mucho en común las pinturas de Edward Munch.

viernes, 10 de diciembre de 2010

La Libertad

Decía un truhan, de cuyo nombre no quiero acordarme, que su entorno le estaba amargando la vida. Debería reflexionar, reflexionar sobre la relación de Él y su entorno, sobre su LIBERTAD. No tienes que resignarte a tu entorno, se listo, adapta el entorno a tus necesidades. Las personas no partimos de la libertad sino que llegamos a ella. Decía Fernando Savater que la libertad no es un a priori ontológico de la condición humana sino un logro de nuestra integración social. La libertad no es la ausencia original de condicionamientos sino la conquista simbólica por medio del APRENDIZAJE. ESTUDIAR te dará autonomía para construir tu futuro. Olivier Reboul, en su Filosofía de la educación, decía que “educar no es fabricar adultos según un modelo sino liberar en cada hombre lo que le impide ser él mismo”. Ser libre es liberarte. Tienes que querer liberarte mediante tu EDUCACION. Yo no puedo pedirte que quieras conocer aquello que ni siquiera vislumbras, pero te pido que confíes en mí que comparto el 50% de genes contigo, los mismos que con mi hija.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Eugene Ormandy


Para continuar con la saga de grandes directores húngaros del siglo XX que hicieron carrera en EEUU, Eugene Ormandy. Aunque nacido con el nombre de Jenö Blau tomó su nombre del barco en que viajó a América en 1921. Gran violinista, empezó a trabajar en Orquestas de acompañamiento de cine mudo, para más tarde ser titular en Minneapolis en los años posteriores a la Gran Depresión. Pero su carrera está marcada por su paso por la Orquesta de Filadelfia, bueno su paso no, su pasazo ya que estuvo de titular 40 años. Con Ormandy esta Orquesta llegó a un nivel increíble, siendo la Orquesta americana con más grabaciones en el siglo pasado de la mano de su titular. La Orquesta tenía un sonido potente y a la vez ampuloso, acompañado de una gran técnica y un fraseo muy cuidado. Se hablaba del “Philadelphia Sound” pero yo creo que mejor hubiera sido denominarlo “Ormandy Sound”. Recomendables las primeras grabaciones de Prokofiev para CBA, las Sinfonias de Shostakovich para RCA, su Tchaikovski para Sony y la primera grabación digital que fue el Concierto para Orquesta de Bartok en el 76. Como muestra Los Planetas de Holst con “su” Orquersta de Filadelfia.



martes, 7 de diciembre de 2010

Kandinsky-Schoenberg



Aquí os presento otro de mis cuadros preferidos: “Estrellas” de Kandinsky. Un músico de talento, si leen bien, músico ya que Wassily tocaba a buen nivel el violonchelo y el piano. Además le unía una gran amistad a uno de los compositores clave en el siglo XX, Arnold Schoenberg. Y a esto quería llegar, a Enero de 1911, a la noche en la que Kandinsky asiste en Múnich al concierto en el que se interpreta el cuarteto para cuerda op. 10 de Schoenberg. Wassily por fin encuentra lo que estaba buscando. En una carta escrita a los pocos días del concierto el 18 de Enero de 1911 Kandinsky escribe: “La vida independiente de las voces individuales en sus composiciones es exactamente lo que estoy tratando de encontrar en mis pinturas”. Es la primera vez después de muchos siglos y de periodos estéticos que la música vuelve a estar en la cúspide de la pirámide de las artes. Es el arte que rompe primero estéticamente con lo anterior en al último siglo. Schoenberg, con la emancipación de la disonancia, le enseña el camino a Kandinsky para conseguir el abandono de la materia. Schoenberg consigue esta emancipación, a grandes rasgos, con el abandono del sistema tonal y dotando de igual jerarquía a las doce notas de la escala cromática. Mientras para Kandinsky, la representación del objeto pasa a ser secundaria e incluso perjudicial. La Belleza reside en la riqueza cromática y en la simplificación formal.