viernes, 7 de enero de 2011

La anunciación.



Otra de mis obras preferidas, La anunciación de Fra Angélico, una de las obras cumbre del quattrocento italiano, que tenemos la suerte de poderla visitar aquí en España, en el Prado. De hecho, que este en el Prado es una de las pocas cosas positivas del Rey consorte Francisco de Asís (si, ya saben, más conocido en la época como Paquita) a petición de Federico de Madrazo (antepasado de un profesor de dibujo mío), ya que  autorizo a trasladar la obra desde el madrileño convento de las Descalzas Reales al cual había llegado como obsequio del Duque de Lerma. Y allí en el Prado esta obra que brilla con luz propia, a pesar de su aparente sencillez, es clave para entender la transición del Gótico al Renacimiento. Para los que no somos grandes expertos en Pintura, lo primero que nos llama la atención al observar un cuadro es el color, por encima del objeto y su forma. Y una de las cosas que más me ha maravillado del Gótico es el contraste del Azul celeste y el uso del pan de oro. Aquí Fra Angelico haciendo predominar los colores pastel, esos colores de la gama fría, resalta a su vez el Azul Celeste, el color de la Virgen. Esas figuras rubias, blancas y estilizadas, esas bóvedas del pórtico azul celeste con sus estrellas perfectamente dispuestas en contraste con el desorden del Jardín prohibido.  La luz y los detalles son otros rasgos propios de esa transición del Gótico al Renacimiento. El Sol esplendoroso que alumbra el rostro de María con la llegada de la paloma que simboliza el espíritu santo. Ese Sol nos incita a pensar que es un día maravilloso, un día lleno de paz, de tranquilidad, un día bello. Esos detalles como los arcos de medio punto, el medallón con la figura del Creador, la golondrina en el tirante del arco derecho… Todo ello con una forma muy austera, con el ángel Gabriel como figura principal, quizá con la intención de otorgarle más humildad a la figura de la Virgen, con Adán y Eva expulsados del Paraíso en el margen izquierdo creando planos de profundidad a través de la perspectiva lineal.

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