sábado, 27 de noviembre de 2010

El sueño



Tenía ganas de hablaros de uno de mis cuadros preferidos, El sueño de Henri Rousseau. Este pintor de un cierto estilo naif, es decir un arte ingenuo formalizado por una falta de conocimientos técnicos, era conocido en la bohemia de Mommatre como el Aduanero, ya que trabajo como funcionario de aduanas durante un tiempo en Paris. Fue también un buen violinista, llegando a recibir un premio por una composición de un Vals, aunque este aspecto de su vida pasa desapercibido en la mayoría de sus biografías. No fue reconocido durante gran parte de su vida (solo basta deciros que empezó exponiendo a los cuarenta y tantos en el Salón de los Rechazados) hasta que Picasso (ya célebre) lo descubrió en la calle intentando vender sus cuadros. El Sueño fue el último de sus grandes cuadros selváticos, y en él Rousseau se ayuda de formas y colores primarios para su interpretación

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