viernes, 26 de noviembre de 2010

La belleza


Ya estamos dentro de Coliseo, ¡por fin! , después de tres cuartos de hora de cola hemos logrado entrar. Toda la vida deseando estar en Roma y en el Coliseo, por eso he elegido este destino para el primer viaje de novios. Estoy disfrutando mucho con Beatriz, pero como me gustaría compartir este momento con mi madre por que se que ella lo disfrutaría igual que yo. Voy a llamarle… Mamá, qué bello es el Coliseo, tienes que venir a Roma, No sé hijo, cuanto sufrimiento entre esas paredes, cuanto sacrificio humano con el único motivo de un espectáculo desgarrador, cuanta gente murió ahí… Me quedo bloqueado. Empiezo a pensar. La primera pregunta que me surge es ¿lo bello es bueno? En la antigüedad lo bueno y lo bello estaba asociado, tal vez por culpa de Platón, y su concepto de belleza como Idea, lo bello en sí es bueno en sí. De ahí su aversión por los artistas. Para quedarme más tranquilo recuerdo que Kant en su Crítica del Juicio nos dice que lo bello no tiene concepto, por tanto ya solo queda recurrir a Heidegger para decirnos que la belleza solo descansa en la forma. Para ayudar a mi madre a juzgar la belleza de la forma le recuerdo los criterios de Hegel: 1. Regularidad, 2. Simetría y 3. Armonía.

3 comentarios:

  1. me encantan tus asociaciones filosoficas a tu vida, pero realmente asociamos la vida a la filosofía, o es la filosofia la que impregna incoscientemente nuestra vida ?

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  2. el coliseo es tan grande como para nevegar en él los espíritus aterrorizados de miles de seres humanos sometidos al capricho y a las leyes de dictadores, locos, y seres carentes de sentimientos y razón. !no debería recordarnos esto su belleza!

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  3. sexo, pensamientos sobre la belleza de lo natural, y una sínfonia, son tal vez, tres ingredientes que están presentes en lo más importante de nuestras vidas?

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