domingo, 6 de marzo de 2011

Martin Kippenberger

Uno de mis autorretratos preferidos, el de Martin Kippenberger. Nadie diría mirando que tras este dibujo está uno de los enfants terribles del arte de la 2º mitad del siglo pasado. Uno de los artistas alemanes nacidos justo después de la Guerra Mundial, polémico y mediático gracias a aquella escultura de un  sapo crucificado, es muy difícil encuadrarlo en un movimiento concreto debido a la gran cantidad de técnicas y soportes que utiliza además del eclecticismo en su estilo. Algunos lo adjuntan al movimiento alemán Neue Wilde, otros ven una continuación del Pop art, ya que como Warhol utiliza la cultura pop para su inspiración además del tono punk de sus obras. Ahora hay una cierta tendencia por parte de algunos críticos de devaluar su obra y su pintura, acusándole de realizarlas muy deprisa y de manera descuidada, sin embargo es uno de los más extraordinarios dibujantes del pasado siglo como muestran las piezas de lo hoteles a la que pertenece este autorretrato. Kippenberger fue un bohemio, amante de las borracheras y de la música llegando a grabar discos de punk. Por cierto este año se está celebrando una retrospectiva en el Museo Picasso de Málaga, y como regalo una de las obras que pueden contemplar allí y que a mi me gustan más

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